Dado que la industria de los cosméticos se enfrentará en el 2009 con una prohibición europea para la comprobación en animales de los efectos de sus productos, un biochip recientemente desarrollado podría proporcionar los análisis rápidos necesarios para asegurar que los productos químicos en los cosméticos no son tóxicos para los humanos.
El biochip contiene una suspensión de más de mil cultivos de células humanas en un gel tridimensional. Cada cultivo celular es capaz de evaluar la toxicidad de un producto químico diferente.
Según investigadores de la Universidad de California en Berkeley, el Instituto Politécnico Rensselaer y la empresa Solidus Biosciences, Inc., de Troy, Nueva York, los cultivos de células de la piel en este biochip, denominado DataChip, podrían utilizarse para comprobar con rapidez si los nuevos productos químicos son tóxicos o pueden irritar la piel.
Agregando otros tipos de células, como las del pulmón o las del corazón, y combinando el DataChip con otro biochip (el MetaChip) que los investigadores crearon hace varios años, las compañías de cosméticos o productos químicos también podrían probar si sus productos son tóxicos para otros órganos, no sólo para la piel.
Dentro de los próximos 5 a 10 años, cuando el costo de secuenciar todos los genes de una persona se vuelva bastante asequible, las personas podrán disponer del análisis de su genoma individual para así obtener la información sobre los tipos y niveles de las enzimas del hígado que determinan cómo reaccionarán a medicamentos específicos, y reproducir entonces este perfil en un MetaChip para que éste revise todos los medicamentos antes de que se les administren, determinando las dosis eficaces y seguras.